Deberíamos comprar alimentos lo más frescos posible. Hay que ingerirlos en un corto espacio de tiempo.
Guardar la comida fresca en recipientes o contenedores herméticos en el frigorífico.
Evitar la compra de productos procesados.
Los frutos secos contienen una gran cantidad de aceite y tendríamos que consumirlos a la mayor brevedad, dado que se oxidan (enrancian) de forma muy rápida.
Si además podemos conseguir alimentos biológicos e integrales mucho mejor.
Si que es verdad que actualmente en España tienen un precio elevado, pero no olvidemos que cuando aumenta el consumo también aumenta la oferta y curiosamente aparecen nuevas posibilidades de compra más económicas, como ocurrió en países centro europeos.
Dentro de nuestras posibilidades deberíamos seguir la dieta según la estaciones, procurando comer lo que se da en la zona.
Lavar las frutas y verduras con agua y sal, aclarándolas con abundante agua.
Actualmente han aparecido en le mercado productos totalmente biodegradables para lavar y desinfectar las hortalizas con muy buenos resultados y que no son tóxicos.
El cocer los alimentos a fuego lento y a no muy altas temperaturas nos ayudará a conservar las vitaminas. Es ideal prepararlos al vapor, guisados o al horno.
No deberíamos cocinar en exceso ni quemar los alimentos.
Se ha constatado que los mejores utensilios para cocinar son el cristal, la cerámica o el acero inoxidable.
Para remover la comida utilice instrumentos de madera.
Y no nos olvidemos nunca de masticar bien y tomar la última comida del día unas tres horas antes de acostarse.
Salud para todos.
Jordi Sardiña Alcoberro
Naturópata
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Jordi Sardiña Alcoberro
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